#Nº 10 | NATALIA VICO EL ARTE DE PINTAR EMOCIONES

#Nº 10 | NATALIA VICO L'ART DE PINTAR EMOCIONS

És de Madrid però fa uns anys que està instal·lada en una ciutat dels Alps francesos prop d'un llac, amb canals, ponts de pedra, cases de teulades inclinades i una màgia especial. La veritat és que la podria haver dissenyat ella.

Natalia Vico va néixer artista, va créixer artista i és artista perquè a cada pinzellada que estén sobre paper o sobre llenç apareix una constel·lació d'emocions. Es respira felicitat, calma, amistat, generositat i molt d'amor, en aquesta escena mediterrània que ha creat per a We Are Castañer.

Una arcada blanca, una cortina abraçada al vent, llimones fresca sobre la taula, una desfilada de formigues estiuenques, el mar bressolant quatre onades perdudes… “Calella de Palafrugell és un dels meus llocs preferits”, explica des de França, “hi he estiuejat molts anys des que era nena, així que, definitivament, he de tenir aquests arcs gravats al meu subconscient i surten en moltes de les meves il·lustracions”. No li costa gens imaginar-se asseguda al voltant d'aquesta pintoresca taula prenent un got d'aigua amb gas amb un trosset de llimona. La joia de vivre , que dirien els francesos.

Siempre mujeres, siempre flores

Natalia Vico estudió diseño y publicidad y fue dirigiendo equipos de arte cuando su talento natural se desvió hacia la ilustración. Soltó el mouse y agarró con delicada fuerza el pincel para crear pequeños instantes cotidianos protagonizados por mujeres. Una mujer que duerme, una mujer que piensa, una mujer que fuma, otra que espera, una mujer que llora. Puede estar sentada en un sofá o en una silla, de pie en una estilosa cocina, mirando por la ventana, puede estar incluso dentro de una piscina o bajando por una escalera. Siempre es una mujer aunque a veces no tenga cara. Alguna vez la acompaña un gato o un perro, incluso un loro, pero constantemente aparece rodeada de plantas y flores que representa de todas las maneras posibles: grandes o pequeñas, en un jarrón o una maceta, decorando un rincón, da igual, están ahí porque Natalia Vico no concibe la vida sin ellas, “no es posible, soy muy de flores, ¡me hacen feliz!”.

El suyo es un mundo lleno de detalles donde el vacío no tiene espacio, “es que la vida ocupa mucho”, justifica, “hay mil referencias y objetos que siempre quiero incluir en mis ilustraciones. Mi casa también está llena de piezas y recuerdos”. ¿Será uno de ellos el jarrón del girasol? ¿Quizá el cesto de mimbre que nos espera en la arena de la playa?

El barniz de la nostalgia

A pesar de las flores y el uso generoso de colores y tonos alegres -“últimamente el rojo se me termina muy pronto”- , en las obras de Natalia Vico brilla una capa de tristeza, un barniz de melancolía que nos deja una sonrisa triste. Reconoce que seguramente es nostalgia porque echa de menos España, “llevo unos años viviendo en Francia y muchas veces recuerdo la luz y los colores del sur. Creo que esto se percibe bastante en mis obras”. También se nota que le gusta jugar con el contraste que supone explicar sentimientos complicados con un estilo más colorista; o aplicar una perspectiva y una profundidad alejada de los cánones más clásicos. "Me parece mucho más divertido que todo tenga menos sentido, creo que hace la obra más interesante".

Interesante es descubrir que desde hace pocos meses comparte su estudio con un bebé que ha hecho saltar por los aires las rutinas y hábitos de trabajo, "ahora cada día improvisamos", resume contenta. O que trabaja con música que, a menudo, pertenece a otras épocas, "aquí en Francia hay una emisora ​​de radio que se llama Nostalgie y soy muy fan". O que se sienta ante su ordenado atelier francés siempre descalza, excepto en invierno, claro, entonces se pone calcetines. Olvidábamos que vive en Annecy, en los Alpes, y en esa estación del año todo se pinta con cuatro colores: el blanco de las montañas nevadas, el verde de los árboles que resisten el frío, el azul del lago que reposa en calma y el color amarillo (oh là là!) de una buena fondue de queso.

TEXTO: EMMA AIXALÀ

PARA SABER MÁS: WWW.NATALIAVICO.COM / @NATALIAVICO

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